Si el burnout persiste tras las vacaciones: cómo identificarlo y enfrentarlo
- Los estresores laborales continúan tras el retorno al trabajo, los beneficios de las vacaciones se desvanecen rápidamente, sobre todo cuando ya había altos niveles de agotamiento antes del descanso, según distintas investigaciones.
- Superar el burnout requiere intervenir sobre las fuentes reales del malestar y no limitarse a pedir al trabajador que se adapte a un entorno que lo enferma.
POR Redaccion,
17:14 - 01 de Septiembre del 2025
Con el fin de las vacaciones de verano, muchas personas regresan a sus trabajos esperando retomar la rutina con energía renovada. Sin embargo, para algunos, el cansancio emocional y el estrés no desaparecen. Cristina Marinela Goilean, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), plantea una pregunta clave: ¿qué pasa cuando el burnout persiste tras el descanso?
“La reincorporación suele venir acompañada de sobrecarga, tareas acumuladas y demandas urgentes”, señala la experta. Y es que el estrés laboral sostenido puede derivar en distintas formas de malestar psicológico: burnout, burnon y boreout.
- Burnout: es una respuesta prolongada al estrés crónico en el trabajo. Se manifiesta en agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal, afectando la salud mental, el rendimiento y las relaciones. Puede causar ausencias, insomnio, problemas digestivos y una actitud cínica hacia el trabajo.
- Burnon: concepto más reciente que describe un agotamiento depresivo crónico sin llegar al colapso. La persona sigue cumpliendo con sus responsabilidades, pero lo hace bajo constante tensión, con rechazo hacia su labor y síntomas físicos como dolores musculares y pérdida de esperanza. Sus creadores lo llaman una “depresión enmascarada”, ya que el malestar se oculta bajo una aparente funcionalidad.
- Boreout: representa el extremo opuesto: aburrimiento, falta de estímulo y sensación de vacío. Según el psicólogo organizacional Adam Grant, este fenómeno ha aumentado en los últimos años, especialmente en quienes no encuentran sentido ni desarrollo en sus tareas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el burnout como un problema de salud mental vinculado al trabajo, que afecta no solo la motivación y autoestima profesional, sino también al equipo y al ámbito personal.
Goilean enfatiza que “no solo importa la duración del periodo vacacional, sino la calidad de la recuperación”. Desconectar psicológicamente del trabajo, relajarse, realizar actividades gratificantes y pasar tiempo de calidad con personas cercanas son aspectos esenciales: “Cuanto mejor logremos desconectar, mayores serán los beneficios para la salud y el bienestar”.
Si el burnout persiste tras las vacaciones, es necesario actuar tanto a nivel individual como organizacional.
- En el plano personal: reforzar la desconexión fuera del horario laboral, entrenar estrategias de afrontamiento del estrés, mejorar los hábitos de sueño y establecer límites claros frente a la sobrecarga.
- En el ámbito empresarial: según la UOC, los esfuerzos individuales solo funcionan si se acompañan de cambios estructurales, como ajustar la carga de trabajo, ofrecer mayor autonomía, reconocer logros, fomentar un buen clima laboral, garantizar la equidad y alinear los valores personales con los organizativos.
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