El 44 por ciento de las líderes de negocio en México y 37 por ciento en Centroamérica consideran que la discriminación por estereotipos, sesgos inconscientes y microagresiones es la principal barrera para que más mujeres ocupen posiciones en la Alta Dirección en su sector o industria.
Así lo revela el estudio Mujeres de la Alta Dirección en México y Centroamérica 2025. Impulsar la participación del talento femenino en iniciativas de alto impacto y que reúne las perspectivas de 1,910 ejecutivas de diversas industrias, elaborado por la consultoría KPMG.
Este universo de participantes también señala a la desigualdad de oportunidades para participar en iniciativas de alto impacto o visibilidad como el segundo reto crítico al que se enfrentan para llegar a estos cargos (38 por ciento en México y 35 por ciento en Centroamérica), seguido de las autolimitaciones por falta de autoestima y autoconfianza (33 y 30 por ciento, respectivamente).
Entre los principales retos que dificultan su permanencia en posiciones de liderazgo una vez que las han alcanzado destacan la desigualdad de oportunidades para participar en iniciativas de alto impacto o visibilidad: 38% en México y 31% en Centroamérica.
A estos desafíos se suman el Burnout o agotamiento: 36% y 35% respectivamente, así como la falta de apertura para colaborar por parte de hombres en la Alta Dirección: 34% y 30%.
Por otro lado, las líderes de negocio en México y Centroamérica expresan que la incertidumbre actual las ha motivado a mejorar sus habilidades digitales (39% y 36%) y de manejo de crisis (41% y 35%).
Respecto a la participación femenina en programas de mentoría y liderazgo, solo 4% de las mujeres encuestadas en México y 7% en Centroamérica señalan no formar parte de alguno ni tener planes para incorporarse, mientras que 17% y 24% respectivamente sí forman parte de alguno de manera activa.
Asimismo, un porcentaje significativo en México (66%) y en Centroamérica (46%) señala que la Alta Dirección de su empresa sí participa en estos programas; sin embargo, 42% y 29% respectivamente, reconocen que hace falta mayor involucramiento, y solo 24% y 17% se involucran de manera activa en dichas iniciativas.
“El mentoring es una herramienta clave para impulsar al liderazgo femenino. Por un lado, contribuye al desarrollo de habilidades de gestión, como el pensamiento estratégico, la negociación, la comunicación asertiva y la inteligencia emocional. Por otro lado, fomenta la seguridad y la autoconfianza, facilitando el acceso a nuevas oportunidades y redes estratégicas. Sin duda, el acompañamiento de otras mujeres con experiencia ayuda a superar barreras y a promover la transformación hacia empresas más equitativas e inclusivas, generando un impacto positivo en la cultura organizacional”, enfatiza Cristina Gutiérrez, Directora de Consultoría de KPMG Costa Rica.
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