A decir de Melhina Magaña, Co-fundadora & Managing Partner en Daucon, la mentoría inversa representa una herramienta poderosa para acotar la condescendencia intergeneracional, esa narrativa sobre “los jóvenes de ahora”, que ha existido siempre.

“Históricamente, si analizas, cada generación ha juzgado a la siguiente. El problema real de esa condescendencia es que juzgamos al otro sin identificar cuál es el valor que aporta”, abundó la experta.

Pero la condescendencia ocurre en ambos sentidos. El joven dice: “Tú no estás actualizado, no eres digital”. Mientras que el baby boomer o la generación X responde: “Tú no tienes experiencia, eres frágil, no sabes lo que cuestan las cosas”. Y así, cada uno construye un sesgo que termina fracturando la comunicación.

Para reducir esa fractura, expuso, el primer paso es reconocer el valor que traen las nuevas generaciones, pero también generar conciencia en ellas sobre el poder de la experiencia de quienes llevan más años en la organización.

En entrevista, resaltó la necesidad de sensibilizar a ambas partes. “Que nuestros baby boomers y generación X vean que también tienen mucho que aprender: rapidez, capacidad tecnológica, flexibilidad, nuevos hábitos de consumo, otras formas de vivir. Y si eliminamos estos sesgos, incluso podemos empezar a combatir el edadismo, que hoy está muy presente”, sostuvo.

Al respecto Magaña destacó que la inteligencia artificial puede ser una gran aliada: “documentemos a nuestros veteranos, inmortalicémoslos. En nuestra organización tenemos proyectos de legado —los llamamos Legacy— en los que convertimos la experiencia de quienes se van en una fuente viva de conocimiento. Les damos nombre: Proyecto Miguel Sánchez, por ejemplo. Se honra su trayectoria y se preserva su saber”, recomendó.

Durante la Masterclass Futuro del liderazgo: Una mirada Multigeneracional, Daucon, firma especializada en la arquitectura del cambio para empresas que buscan construir culturas de alto rendimiento, presentó un modelo detallado aplicable para la gestión de millennials y centennials, fundamentado en el trabajo realizado con más de 50 mil colaboradores de diversas compañías.

Este modelo, denominado ARCA, acrónimo enfocado en la autonomía, la realización y reconocimiento, crecimiento y co-creación, así como la afiliación, permite a los líderes conocer los insights más relevantes de las generaciones, para lograr un óptimo liderazgo generacional.

“Del Baby Boomer al Gen Z, es más que una transición demográfica, es una oportunidad para que las organizaciones en México y LATAM cierren brechas, optimicen resultados y aceleren la innovación. La alta dirección tiene frente a ellos, la responsabilidad y la posibilidad de liderar este cambio, generando un impacto medible en productividad, retención y crecimiento sostenible”, concluyó Magaña.

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