Convertirse en un gran coach profesional conlleva tiempo, años de preparación, estudios y experiencia.

Los mismos clientes y sesiones que un coach imparte, generan aprendizajes que hacen que un coach se vuelva más profesional. Cuando una persona está comenzando como coach es muy importante revisar y reflexionar sobre la práctica en el camino para que pueda identificar las cosas que realmente no ayudan en el proceso de coaching.

En ocasiones la misma pasión por ayudar a las personas puede provocar algunas cuestiones que como coach se deben evitar.

Con base en la experiencia de coaches profesionales es común caer en algunos errores.

La Federación Internacional del Coaching (ICF, por sus siglas en inglés), a través de Mike Celis, Coach certificado por ICF, señala los 5 errores comunes que todo coach profesional debe evitar:

1. Enfocar la sesión en el coach. En una sesión de coaching, el cliente toma la iniciativa. El cliente es la estrella del espectáculo, no el coach, no es necesario robar el protagonismo. Como coach no debe preocuparse de que tiene experiencias similares con el cliente, no es necesario que las comparta durante la sesión. Es importante permitir que el cliente brille mostrándose genuinamente interesado y curioso mientras hace preguntas poderosas que les permitan a sus clientes conocerse y comprenderse mejor a sí mismos.

2. Hacer preguntas complejas. Siempre se debe de priorizar la calidad sobre la cantidad. Cuanto más simple sea la conversación de coaching, mejor. El uso de un lenguaje sencillo, palabras que se entiendan fácilmente, construcciones de oraciones simples es lo más recomendable.

3. Emitir conjeturas. El cliente es quien se conoce mejor a sí mismo. Por lo que si existe alguna duda, pregunte, nunca asuma los hechos o la información. Las suposiciones pueden dirigir la conversación hacia un camino que puede resultar no del todo cierto además de bloquear el proceso hacia avances. Juzgarse a sí mismo y al cliente durante las sesiones de coaching no permitirá construir una relación genuina en el proceso.

4. Estar distraído. Para que una sesión de coaching funcione bien, tanto el cliente como el coach deben de estar presentes al 100%. Esto significa no distraerse y dedicar un tiempo de calidad. Hacer preguntas, escuchar con atención, no apresurarse, son elementos que deben de estar presente durante las sesiones.

5. Presionarte demasiado. Al igual que el cliente, el coach también debe aprender a disfrutar del viaje, a mantenerse relajado sin anticiparse o forzando los resultados. El enfoque no debe estar solo en los resultados, se trata de todo el proceso de coaching.

Uno de los beneficios de ser un coach certificado por la ICF es la asesoría y preparación que como coach puedes obtener. Gracias a las Competencias Básicas y el Código de Ética de la ICF, cada día más coaches contribuyen a una industria con los más estándares de calidad y profesionalismo.

Para más información visita: https://coachingfederation.org/

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